sábado, 26 de septiembre de 2009

Columna para la cadena Ser



Dicen hoy como entonces se dijo, que corren malos tiempos para la lírica
Pero quiero desmentirlo.
La cultura se alimenta no sólo de los grandes eventos, crece con los gestos anonimos que sumados hacen útil lo no imprescindible.
A uno de estos y a un amigo con mayúsculas quisiera dedicar estos minutos.
Hablo de Juan Martinez Pozo y el ejemplo de sus inquietudes e ilusiones.
A Juan que en uno de nuestros viajes jaeneros a la caza de nuevos paisajes me confesó su deseo de iniciar la carrera de Bellas Artes en Granada con la exclusiva intención de alcanzar el titulo de "licenciado en pasiones"
Y asi, decide recorrer a diario kilómetros de afanes por el puro placer de un buen trazo,
Asfalto humedo y frio combatido por la calidez del color y que curso a curso van (como anoto en el texto del catalogo de su próxima exposición en la sala de la calle Maestra) “compulsando su indestructible libertad.”
Tenacidad en la sensibilidad
Rotundidad en el compromiso
Juventud en la mirada
Si,Siempre es tiempo de lirica , dia a dia Juan me lo ha recordadado y sin saberlo,con su ejemplo ha hecho que algunos dias grises en el Estudio se hicieran amables en mi paleta.
Retomando las últimas frases para su catalogo acabo y le escribo

Si, amigo mío, la “ida” fue expectante y la “vuelta” absolutamente emocionante.
Ojala que los viajes que aún nos esperan, nos acerquen a los mejores destinos”

Como siempre, un fuerte abrazo, compañero.

David Padilla pintor

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